Notas editoriales

La seguridad en las plantas industriales mexicanas ha vivido una transformación impulsada por la adopción de sensores inteligentes y plataformas tecnológicas integradas.

Expertos aseguran que 87% de las industrias mexicanas planea adoptar sensores inteligentes antes de 2027, lo que refleja una tendencia acelerada hacia entornos más seguros y eficientes.

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Manuel Zamudio, presidente de la Asociación Latinoamericana de Seguridad (ALAS) Internacional, explicó en entrevista, que los sistemas han pasado de ser soluciones aisladas a plataformas interconectadas que permiten no solo monitorear procesos en tiempo real, sino también predecir riesgos y automatizar respuestas.

“La inteligencia artificial generativa puede comprender los contextos, entender los comportamientos y reconocer sujetos, objetos o acciones”, detalló, lo que permite activar protocolos ante incidentes e incluso mejorar la productividad al identificar patrones de riesgo.

Avances clave

Casos concretos demuestran el impacto de esta integración tecnológica. Según Zamudio, algunas plantas industriales han reducido hasta 60% los robos mediante sensores perimetrales y disminuido accidentes en 25% con sensores que monitorean fatiga, caídas o exposición a gases.

Además, destacó que estas soluciones no se limitan a grandes corporativos: “Las PyMEs también pueden escalar estas tecnologías y obtener beneficios medibles”.

La digitalización también ha permitido incorporar sensores en maquinaria convencional para prevenir accidentes graves. “Hoy en día puedes incluso en máquinas viejas incorporar sensores que eviten que sufras accidentes”, comentó Zamudio, aludiendo a equipos que antes representaban riesgos significativos, como prensas y tornos.

Integración y colaboración

La clave está en la colaboración entre áreas, desde operaciones hasta informática y seguridad. Zamudio destacó que “la falta de comunicación entre departamentos y la priorización de costos sobre funcionalidad impiden avances sustanciales”, y subrayó lo importante que resulta seleccionar herramientas escalables, con capacidad de actualización y resistencia a la obsolescencia.

El avance de los sistemas SCADA y los protocolos como MQTT (Message Queuing Telemetry Transport) ha permitido integrar dispositivos IoT y centralizar el control.

Esto ha hecho posible también activar protocolos de emergencia, detener procesos críticos y generar estadísticas que permiten tomar decisiones informadas para evitar interrupciones y mejorar el retorno de inversión.

Resulta evidente que la evolución hacia sistemas conectados y predictivos ha cambiado la forma en que se entiende la seguridad industrial. Hoy, la tecnología no solo protege a los trabajadores y activos, sino que permite anticiparse a riesgos, reducir errores y maximizar la eficiencia operativa. En palabras de Zamudio: “Si no hay seguridad, no habrá negocio”.