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El mercado mexicano del cartón corrugado supera los 5 millones de toneladas anuales, volumen que refleja el peso del sector dentro de las actividades industriales y comerciales.

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De acuerdo con el comunicado compartido por Boxia, la demanda es impulsada por el comercio electrónico, la agroindustria y ramas manufactureras que requieren disponibilidad constante de empaques.

Aunque se trata de un mercado relevante, buena parte de los procesos logísticos y comerciales se mantienen desconectados, lo que limita la eficiencia operativa y la visibilidad entre los distintos actores de la cadena de valor.

El consumo en la zona centro del país rebasa las 2.5 millones de toneladas anuales, cifra que duplica el volumen de la región de Monterrey.

Con base en las proyecciones difundidas por Boxia, esta área concentraría la mitad del cartón comercializado en México para 2026, resultado del incremento sostenido del comercio digital y de la demanda de empaques con criterios de sostenibilidad.

Debido a lo anterior, la empresa plantea que la digitalización permitirá ordenar la oferta, mejorar la disponibilidad y reducir tiempos en los procesos transaccionales.

Conexión digital

El modelo impulsado por Boxia integra en una sola plataforma a productores, distribuidores y compradores.

La empresa administra más de 8 mil toneladas anuales de cartón mediante servicios que incluyen gestión de pedidos, pagos y logística.

La intención es consolidar un ecosistema digital que funcione como punto de conexión para un mercado tradicionalmente fragmentado.

Entre los elementos que la empresa subraya se encuentran la trazabilidad, la operación ágil y la posibilidad de habilitar alternativas de financiamiento en la cadena de suministro.

Competitividad sectorial

La evolución del mercado de empaques obliga a las empresas a adoptar mecanismos que faciliten el intercambio de información en tiempo real.

Bajo esta premisa, la empresa regiomontana propone un esquema de economía colaborativa que favorezca la coordinación entre actores, así como el uso eficiente de los recursos disponibles.

La transición digital aparece como vía para sostener el ritmo de consumo del cartón en el país y para responder a la presión logística que ejercen sectores dinámicos como el comercio electrónico. El fortalecimiento de la infraestructura digital se perfila como un elemento clave para decisiones futuras en producción, distribución y abastecimiento.