Noticias industriales

Hablar de la placa de yeso suele sonar sencillo: paneles que forman los muros que vemos en casas, oficinas o naves industriales. Pero detrás de esas paredes, se esconde un despliegue de tecnología de manufactura de última generación, con procesos químicos precisos y una logística pulcra e incesante.

Vea el video

Tal como sucede en la planta de Saint-Gobain en Querétaro queda claro que ahí, justo donde inicia la transformación del mineral, se entiende por qué la construcción ligera está ganando terreno: el proceso es continuo, preciso y permite fabricar paneles estándar, placas para exteriores, resistentes a la humedad, retardantes al fuego y paneles acústicos que bloquean hasta 54 decibeles .

La Cámara de Comercio e Industria Franco-Mexicana (CCIFM) sección Bajío convocó a un grupo de empresarios para observar este sistema en acción. El recorrido comenzó en la zona donde llega la materia prima.

La planta, operada por Saint-Gobain desde 2019, tras la adquisición de Plaka, trabaja tanto con yeso natural como con yeso sintético, un insumo clave en la estrategia global de la empresa para reducir a “cero” las emisiones de gases dañinos para la atmósfera en 2050.

La piedra se tritura, se muele y se convierte en un polvo fino que después pasa al horno de calcinación. Ahí, entre 150 y 180 °C, el mineral libera parte del agua que contiene naturalmente y se transforma en yeso hemihidratado.

Procesos industriales clave del yeso

La siguiente etapa es casi una receta técnica: agua, espumantes, aditivos, densidad ajustada y fibras de vidrio o celulosa cuando se requiere resistencia especial. Con esa mezcla lista, dos rollos gigantes de papel la atrapan sobre una banda transportadora. Lo que parece simple es, en realidad, una coreografía industrial: rodillos laterales marcan el espesor, la banda avanza mientras el yeso fragua y un sistema de corte define longitudes precisas para cada tipo de proyecto.

Las placas recorren después un horno dividido múltiples etapas, un pasillo técnico donde la humedad se reduce de manera controlada. El vapor que no se libera se reincorpora al sistema, un detalle que mejora la eficiencia energética. Al final del horno, las placas se estabilizan, se enfrían y pasan por un control de calidad que revisa planicidad, dimensiones y adherencia del papel.

Secado, acabado y control de calidad

El recorrido concluye en la zona donde las placas se apilan, se envuelven y quedan listas para embarque. La operación diaria permite producir miles de placas, suficientes para abastecer vivienda, oficinas, plantas industriales y remodelaciones en distintas regiones del país. La planta también fabrica perfiles metálicos, tornillería, pastas y cintas, lo que le permite ofrecer sistemas completos de construcción ligera.

Lea también: Impulsan industrias su energía propia

Para Saint-Gobain, la oportunidad de crecimiento en México es enorme, ya que en el país apenas se consume 0.5 m² de sistemas ligeros por habitante, una cantidad ínfima si se compara con países como Estados Unidos, donde la cifra llega a 11 m² por habitante.

La brecha no solo señala el tamaño del mercado, sino la oportunidad de modernizar la forma en que se construyen edificios, viviendas y espacios industriales. Pensando solo en la ligereza, un m² de construcción convencional (concreto) pesa alrededor de 200 kg, mientras que en construcción ligera la misma área apenas alcanza los 18 kg.

Cuando se añade el factor logístico, debido a la cantidad de material que se debe mover para la fabricación con concreto, el beneficio es exponencial.

El modelo de construcción y la ligereza de las placas de yeso, abren también muchas posibilidades de diseño para los arquitectos, quienes pueden pensar en figuras de construcción complejas, fáciles y rápidas de montar… y de desmontar; lo que hace de esta una construcción muy flexible.

Hacia sistemas constructivos más eficientes

La visita dejó claro que la placa de yeso no es un producto sencillo: es un sistema técnico que depende de la temperatura, de mezclas controladas, de un secado por etapas y de un manejo preciso del material.

Pero toda esta ingeniería detrás de la construcción ligera, le agrega un valor que le permite perfilarse como una solución ideal e imbatible para reducir peso estructural, acelerar montajes y mejorar la eficiencia energética de los edificios. Y para Saint-Gobain, la planta de Querétaro se presenta como un punto neurálgico para el desarrollo de estas nuevas capacidades en el país.